Mikel Rueda vuelve a la Muestra de Cine más Pequeña del Mundo. El año pasado nos trajo un intenso cortometraje sobre las relaciones entre padres e hijos y sobre la falta de comunicación: Agua (2012). Y, además, nos regaló su presencia y sus ideas sobre este arte del cine que se ha convertido en su vida.
Este año Mikel no podrá acompañarnos porque, precisamente, la semana en la que tendrá lugar la Muestra de Ascaso estará ultimando el rodaje de su segundo y esperado largometraje.
Cuando corres ocurre que a veces toda una carrera se puede perder en el olvido. Cuando quieres hacer y hacer y cada vez más rápido, cuando te empeñas en dejar notar tu huella, seguramente no lo conseguirás. Pero Mikel da pequeños pasos, seguros y comprometidos con imaginario visual. Si tiene suerte, si se la damos, si le dejamos que nos siga sorprendiendo, Mikel tiene mucho que decir y que contar.
(Jorge Fernández Mayoralas)
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