Bon viatge per als guerrers
que al seu poble són fidels,
afavoreixi el déu dels vents
el velam del seu vaixell,
i malgrat llur vell combat
tinguin plaer dels cossos més amants.
que al seu poble són fidels,
afavoreixi el déu dels vents
el velam del seu vaixell,
i malgrat llur vell combat
tinguin plaer dels cossos més amants.
(Lluis Llach)
Luis Miñarro ha decidido tirar la toalla. Eddie Saeta, su productora, ha anunciado su cierre. Algo común en un país donde tantas y tantas pequeñas empresas, tantos y tantos pequeños artesanos, han echado el candado. ¿Un artículo entonces sobre un desahuciado más? Miñarro es una víctima más de esta crisis tan bien gestionada para su interés desde las ideologías conservadoras, claro está. Pero es que, además, él y su productora son la representación precisa en el mundo cinematográfico español de una palabra que, por desgracia, cada vez está más manoseada pero menos respetada: libertad. Libertad en la concepción de propuestas y libertad para llevarlas a cabo.
Hablamos de un productor que nunca se inmiscuye en el proceso de elaboración del film; su trabajo se queda en buscar los medios necesarios para que el director pueda llevarlo a cabo. Y ese respeto a la libertad de creación es lo que permite definir sus películas con el calificativo de cine de autor. Ha sido un productor amante del riesgo como faceta fundamental de su libertad: confiado en proyectos que serían rechazados por otros, embarcado en proyectos con difícil cabida en el marco de la exhibición actual; curioso cuando menos a la hora de indagar en las nuevas corrientes narrativas y fílmicas.
Pero a pesar de su voluntad marginal, muchas de sus películas han arrasado en las programaciones de los festivales internacionales. Porque el abanico de trabajos producidos por Eddie Saeta aporta mucho más al cine que la mayoría de títulos que llenan las salas de los centros comerciales. Su filmografía ha sido homenajeada y revisada en las grandes capitales europeas y su figura es requerida para formar parte de jurados de grandes festivales internacionales.
Luis Miñarro siempre ha tenido voluntad de ser productor. Pero a diferencia de otros “industriales del cine patrio” no parece haber querido manejar los difíciles hilos de la producción con el único objetivo del pelotazo y la llegada en descapotable a la gala de los Goya. Eddie Saeta es un repertorio de integridad artística, donde se ha producido el cine que le gusta a Miñarro, que lo mantiene como funambulista. Vale, no le ha hecho rico; pero sus propuestas han sido las que experimentaban, las que han rebatido los dogmas del cine 'clásico' y las que más horizontes han abierto en el cine español de los últimos 25 años. Sin ellas, nuestro cine sería demasiado plano, demasiado previsible.
Pero a pesar de su voluntad marginal, muchas de sus películas han arrasado en las programaciones de los festivales internacionales. Porque el abanico de trabajos producidos por Eddie Saeta aporta mucho más al cine que la mayoría de títulos que llenan las salas de los centros comerciales. Su filmografía ha sido homenajeada y revisada en las grandes capitales europeas y su figura es requerida para formar parte de jurados de grandes festivales internacionales.
Luis Miñarro siempre ha tenido voluntad de ser productor. Pero a diferencia de otros “industriales del cine patrio” no parece haber querido manejar los difíciles hilos de la producción con el único objetivo del pelotazo y la llegada en descapotable a la gala de los Goya. Eddie Saeta es un repertorio de integridad artística, donde se ha producido el cine que le gusta a Miñarro, que lo mantiene como funambulista. Vale, no le ha hecho rico; pero sus propuestas han sido las que experimentaban, las que han rebatido los dogmas del cine 'clásico' y las que más horizontes han abierto en el cine español de los últimos 25 años. Sin ellas, nuestro cine sería demasiado plano, demasiado previsible.
Para entender su apuesta por este cine nos basta recordar una de las películas favoritas de Luis: 'Al hazar de Baltasar' de Robert Bresson. Por sus manos han pasado guiones y proyectos de Lisandro Alonso, Manoel de Oliveira, Albert Serra, Marc Recha, José Luis Guerín, Javier Rebollo o Naomi Kawase. En 2010 y fruto de una de sus muchas aventuras internacionales, una coproducción en la que se encontraba Miñarro entre otros, (‘Tío Boome recuerda sus vidas pasadas’, de Apichapong Weerasethakul), se llevó la Palma de Oro en Cannes.
Este año, escasos días antes de la abdicación de Juan Carlos de Borbón, Miñarro estrenó, como director, un libérrimo biopic sobre el paso de Amadeo de Saboya por España. Un canto personal a la búsqueda de la belleza aunque ello signifique la incomprensión y la soledad. Y más que una biografía personalizada y ensoñadora, ‘Stella Cadente’ es una metáfora del propio paso de Luis Miñarro por la industria del cine: reconocido como rey por los mejores festivales, pero impedido para gobernar y sacar adelante sus proyectos de regeneración del cine.
Cierre o no, Eddie Saeta queda como sinónimo de un catálogo de cine independiente demasiado excepcional como para que el cine español pueda permitirse perderlo. Pero seguramente es un síntoma más de quién gobierna la cultura en este cortijo. Algo impensable de imaginar en países donde la apuesta por el cine es clara.
Este año, escasos días antes de la abdicación de Juan Carlos de Borbón, Miñarro estrenó, como director, un libérrimo biopic sobre el paso de Amadeo de Saboya por España. Un canto personal a la búsqueda de la belleza aunque ello signifique la incomprensión y la soledad. Y más que una biografía personalizada y ensoñadora, ‘Stella Cadente’ es una metáfora del propio paso de Luis Miñarro por la industria del cine: reconocido como rey por los mejores festivales, pero impedido para gobernar y sacar adelante sus proyectos de regeneración del cine.
Cierre o no, Eddie Saeta queda como sinónimo de un catálogo de cine independiente demasiado excepcional como para que el cine español pueda permitirse perderlo. Pero seguramente es un síntoma más de quién gobierna la cultura en este cortijo. Algo impensable de imaginar en países donde la apuesta por el cine es clara.
Néstor Prades y Miguel Cordero
Codirectores de la Muestra de Cine de Ascaso
Artículo enviado a ElDiario.es